Perdona y serás perdonado.
Muchos creyentes son atormentados por el enemigo, por su falta de perdón le dan al enemigo una entrada para que él se mueva oprimiendo y atormentando. La amargura es causada por falta de perdón. Si el creyente camina sin perdonar, el Maligno no lo respeta.
“No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará” Lucas 6:37. La clave para la liberación de la amargura es el perdón.
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¿QUÉ ES EL PERDÓN?
- El perdón no es un sentimiento.
- Es una decisión inteligente.
- Es un acto y una actitud de la humildad.
- Es cancelar una deuda.
- Es poner en libertad.
- Es liberar a alguien de alguna cosa.
- Es dejar ir.
- Es soltar a alguien como cuando se libera a un preso.
- Es cultivar el amor.
- Trae libertad emocional.
- Es abandonar la herida.
- Es salir de la amargura.
- Es dejar el resentimiento.
- Es renunciar y abandonar la venganza.
Mateo 18:27
Libertad, remisión (perdón de un delito), salir, abandonar, dejar, entregar. El perdón es una decisión firme y no un sentimiento. Es un acto y una actitud de fe. Para perdonar necesitamos Fe.
Debemos perdonar con un espíritu de fe, que significa creer y hablar, y nosotros los creyentes debemos vivir de esta manera para disfrutar de las riquezas de Dios.
“Escrito está: Creí, y por eso hablé. Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.” 2 Corintios 4:13
Necesitamos tomar una decisión para cultivar el amor, para tener libertad, abandonar la herida, salir del rencor, dejar la amargura, dejar la venganza, romper ataduras, renunciar a las maldiciones que trajo el rencor y la venganza. Reflexionemos sobre el espíritu de fe que es creer y hablar lo que hemos creído para que Dios actúe en nuestra vida con todo su poder.
El perdón produce la liberación de las heridas del pasado.
- Una persona que lleva consigo las heridas está atada al pasado.
- No puede vivir en el presente.
- La amargura del pasado inunda las relaciones del presente.
- El individuo que lleva consigo sus heridas está cautivo con la gente del pasado.
A través de la falta de perdón usted puede retener a otra persona en su pecado. Si retenemos el pecado de otro, nos igualamos a él. Perdona y te parecerás a Dios; retén y te parecerás al que te hirió. El correr del tiempo no cambia la falta de perdón y así permanecerá hasta que decida con firmeza perdonar.
El que lleva consigo la herida es atormentado por el adversario. Una parábola nos enseña que un siervo se negó a perdonar y fue llamado siervo malvado y fue atormentado. Mateo 18:21-35
¿Cómo debe ser nuestra actitud hacia otros a la luz de la misericordia de Dios?
Debemos perdonar de inmediato, antes de que nos pidan perdón o aunque no nos lo pidan. Después del perdón viene la oración de liberación.
El perdón suelta a Dios para perdonarlo a usted también. Un pecado que no ha sido perdonado da lugar a que entre el Maligno. La redención va de la mano con el perdón. El perdón a los demás mueve a Dios a perdonarte. Mateo 18:18-20; Efesios 1:7; Mateo 6:14-15; Marcos 11:23-26
El perdón es un acto de la voluntad.
Usted escoge perdonar, el sentimiento vendrá más tarde. A medida que usted suelta a la persona, Dios suelta la sanidad de la herida en usted.
Algunos quizás tengan que perdonarse a sí mismos. Otros quizás tengan que soltar a Dios porque están resentidos con Él, porque piensan que Dios tiene la culpa de lo que les esta pasando. Sea como sea, debemos aprender a perdonar, simplemente ¡PERDONE!
Haga un auto reflexión y enumere las relaciones que no fueron buenas en el pasado. Haga un análisis para encontrar la razón. Trate con cada relación y libere a la persona por medio del perdón. Usted necesita pedirle perdón a la persona por haber tenido una actitud de falta de perdón. El perdón tiene cuatro áreas importantes:
1 - Pedir perdón a Dios;
2 - Perdonarse a si mismos;
3 - Pedir perdón a las personas
4 - Perdonar.
El perdón es absorber el precio del mal que te hicieron.
Es aceptar el sufrimiento inmerecido. Dios lo hizo. Yeshua absorbió nuestra culpa, nos dejó libres. Hizo un acto de sustitución, tomando nuestro lugar. Pagó el precio de nuestro pecado. Aceptó el sufrimiento inmerecido.
Yeshua sufrió por nosotros. Nos dio ejemplo, sigamos ese ejemplo. No respondió con insultos, no amenazó; sino que se entregó por completo, llevando nuestros pecados a la cruz. Tomó nuestra deuda y la pagó.1 Pedro 2:21-24 / Mateo 6:14-15
Quizás pienses, “ah!! pero era Yeshua, él era Dios”, pero no es así, porque se hizo hombre y venció en todas las áreas que nosotros enfrentamos cada día. Ahora el Eterno espera que hagamos lo mismo. No tenemos excusa. Dios suelta su perdón cuando nosotros perdonamos. Debemos dar el primer paso perdonando.
PERDONA Y SERÁS PERDONADO
Reflexionemos en las palabras que el Señor Yeshua refirió al final de la oración del Padre nuestro que a continuación transcribo: “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre Celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.” Mateo 6:14-15
El perdón es algo muy serio y no debemos tomarlo a la ligera o pensar que no es importante. Es un acto y una actitud que todo creyente debe tener como un estilo de vida y una característica muy importante de un discípulo y seguidor de Yeshua Ha Mashiaj. No olvidemos que si “NO” perdonamos a otras personas, tampoco Dios nos perdona.
¿Valdrá la pena perder el amor y la gracia de Dios por el rencor o falta de perdón?
Ahora mismo, en este mismo momento tenemos la oportunidad de perdonar, porque al rato o mañana puede ser demasiado tarde para hacerlo y lo podemos lamentar por la eternidad, lejos de Dios.
Un ejemplo de oración puede ser la siguiente:
“Padre celestial, en el nombre de tu Hijo amado Yeshua me acerco a ti para decirte que reconozco y acepto que estoy herido y me duele mucho lo que me hicieron (o me hizo), pero ya no quiero seguir sufriendo esta agonía por estar lejos de tu presencia.
Decido perdonar a __________ porque me lastimó con _________, renuncio a la venganza y arranco de mi corazón toda raíz de amargura en el nombre de Yeshua. Me comprometo a no volver a mencionar este asunto que he perdonado.
Padre celestial, te ruego en el nombre de Yeshua que me perdones y me sanes, toca mi vida con tu Santo Espíritu para vivir con libertad delante de ti Padre y disfrutar la vida ahora y por la eternidad. Amén”
PERDONA Y NO LO RECUERDES NI MENSIONES
“Después añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades. Y cuando éstos han sido perdonados, ya no hace falta otro sacrificio por el pecado.”Hebreos 10:17-18
Cuando Dios perdona, nunca más se acuerda, significa que no volverá a tocar ese punto porque ya esta resuelto. La enseñanza para nosotros es: lo que perdones, ya no lo recuerdes y no lo vuelvas a sacar en otra ocasión o circunstancia, porque si lo haces, eso significa que en tu corazón han crecido raíces de amargura, porque estas solo crecen donde hay una herida que esta produciendo dolor. Por eso una persona dolida saca fácilmente el pasado no resuelto o sanado.
“Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: ¡Conoce al Señor!, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán –afirma el Señor-. Yo les perdonaré su iniquidad y nunca más me acordaré de sus pecados.”Jeremías 31:34
“Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados.” Isaías 43:25
Isaías 43:18-21 nos enseña que no recordemos el pasado, que no vivamos en el pasado porque ahí vive el rencor. El perdón libera el poder creativo de Dios. El perdón libera ríos de sanidad. El perdón trae sanidad y restauración.
Ernesto Rosas
Shalom
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