Por favor no creas nada hasta que lo investigues, examines y verifiques con las Escrituras en su contexto cultural e histórico.
EL PRIMER SIGLO
Los primeros creyentes en Yeshúa fueron judíos porque a ellos se les llevó el mensaje primero, porque el Mesías vino por la ovejas perdidas de la Casa de Israel (los dispersos o diáspora). Según los historiadores del primer siglo, más cuatro cientos mil judíos creyeron en Yeshúa como Mesías, entonces cómo es que dicen que lo rechazaron.
Cuando dice que a los suyo vino y no lo recibieron, se refiere que vino a los de su mismo oficio, a los rabinos, y ellos no lo aceptaron, no recibieron sus enseñanzas, ellos y los sacerdotes hicieron el complot para eliminar a Yeshúa.
La historia nos confirma que que los primeros creyentes en Yeshúa obedecían la Toráh, porque Yeshúa les dijo que lo hicieran:
Mateo 23:1-3
Después de esto, Yeshúa dijo a la gente y a sus discípulos: «Los maestros de la Toráh (ley) y los fariseos tienen la responsabilidad de interpretar a Moisés (Toráh). Así que ustedes deben obedecerlos y hacer todo lo que les digan (Las lecturas semanales de la Toráh en el Shabbat). Pero no hagan lo que hacen ellos, porque no practican lo que predican (Leen la Toráh pero no la obedecen).
En la silla (Cátedra) de Moisés sólo se lee en el Shabbat la Toráh y los Profetas. Ordeno que hiciéramos todo lo que se lee ahí (en la silla), pero que no hiciéramos como los Fariseos que la leen pero no la obedecen, porque le daban más importancia a la "ley rabínica o Takanots" que la misma Toráh.
Esa es la ley que Pablo se refiere en la Carta a los Gálatas, la ley rabínica (takanots) y no la Ley de Dios o Toráh de YHWH, por eso importante leer en el contexto histórico y cultural, porque si Pablo hubiera enseñado en contra de la Toráh de YHWH lo hubieran linchado o lo hubieran dado por loco.
Gracias a Dios que ya no estamos bajo la ley (del pecado y de la muerte, según el contexto) sino bajo la gracia, una gracia que ha existido desde el libro de Génesis.
Cuando dice que Pablo iría a predicar a los "Gentiles", se refiere a la Casa de Israel que estaba en la dispersión, viviendo en otras naciones, que habían adoptado la cultura donde vivían. Pablo predicaba en el Shabbat en las Sinagogas de los Israelitas dispersos. La carta de Pedro y Santiago es para los Israelitas dispersos, así lo específica en la introducción.
Todo el Pacto Renovado (N.T.) habla de la Toráh y los Profetas (A.T.), y nunca estuvo en contra ni la eliminó como muchos aseguran, porque si eso fuera cierto, entonces Yeshúa no sería el Mesías, porque estuvo en contra de la Palabra (Toráh) de Su Padre Santo, pero no fue así, Yeshúa estuvo a favor de la Toráh, la obedeció y nos ordeno que hiciéramos lo mismo, y eso es lo que sus discípulos hicieron y predicaron.
A PARTIR DEL SEGUNDO SIGLO
Al inicio del Segundo Siglo, los creyentes romanos se empezaron alejar de las raíces hebreas de su fe, y marcaron una separación que hasta el día de hoy sigue vigente en el cristianismo. Los padres de la iglesia con esta corriente son: Marcano de Ponto, Justino Martir, Tertuliano, Constantino, san Agustin, Jerónimo, Martín Lutero, Calvino, entro muchos otros.
"Judaizar" es una palabra muy escuchada desde hace tiempo y en estos días. Es una expresión usada para oponerse y rechazar este
avivamiento causada por la obediencia a la Toráh. Esta antigua declaración antisemita fue concebida en el siglo cuarto E.C. por el emperador romano
bizantino Constantino luego de declarar públicamente que el cristianismo sería
la religión oficial del Imperio Romano.
Sin embargo, para realizar su plan, este cristianismo tenía que ser una religión completamente nueva, no podía seguir siendo la Fe Mesiánica antigua, conocida en aquellos tiempos como la fe de los "Nazarenos" o la de "los del Camino".
Sin embargo, para realizar su plan, este cristianismo tenía que ser una religión completamente nueva, no podía seguir siendo la Fe Mesiánica antigua, conocida en aquellos tiempos como la fe de los "Nazarenos" o la de "los del Camino".
Ya que la nueva religión oficial tenía que ser atractiva para los "romanos
sofisticados", debía ser una mezcla de la antigua y popular religión pagana de
Roma, y la antigua fe judía, con sus profetas judíos y sus fiestas judías.
Todo lo que era antiguo y demasiado judío, y lo que Roma ahora llamaba el Antiguo Testamento (algo que aún Pablo mismo hubiera repudiado si tomamos en cuenta que él en muchas de sus obras siempre se refería a ello como las Sagradas Escrituras), formaron parte de la Nueva Religión que debía reemplazar a la cultura del Medio Oriente, la que Dios había dado en la Biblia.
Todo lo que era antiguo y demasiado judío, y lo que Roma ahora llamaba el Antiguo Testamento (algo que aún Pablo mismo hubiera repudiado si tomamos en cuenta que él en muchas de sus obras siempre se refería a ello como las Sagradas Escrituras), formaron parte de la Nueva Religión que debía reemplazar a la cultura del Medio Oriente, la que Dios había dado en la Biblia.
Esta nueva religión fue maquillada de tal manera que los romanos pudieron
entenderla. El cambio incluyó a la antigua cultura griega, la misma que los
romanos habían ya absorbido, y a la vieja cultura romana, con todas sus
tradiciones y fiestas. Por supuesto, todas estas costumbres paganas fueron
cristianizadas en la nueva religión.
Los esfuerzos de Constantino para hacer que la nueva Iglesia rechazara su herencia judía (a pesar de incluir elementos judíos en ella) causó una tremenda transformación entre los verdaderos creyentes. En otras palabras, destruyó las primitivas congregaciones mesiánicas judías y gentiles. A modo de ejemplo, recordemos este credo ordenado por Constantino:
"Renuncio a todas los costumbres, ritos, legalismos, pan sin levadura, y fiestas de corderos de los Hebreos, sacrificios, oraciones, aspiraciones, purificaciones, santificaciones, y propiciaciones, himnos y cánticos, observancias y Sinagogas, y las comidas y bebidas de los Hebreos. En una sola palabra, renuncio absolutamente a todo lo judío, toda ley, rito y costumbre... "
Stefano Assemani, Acta Sanctorum Martyrum Orientalium at Occidentalium, Vol. 1(Roma 1748), pág. 105.
Los esfuerzos de Constantino para hacer que la nueva Iglesia rechazara su herencia judía (a pesar de incluir elementos judíos en ella) causó una tremenda transformación entre los verdaderos creyentes. En otras palabras, destruyó las primitivas congregaciones mesiánicas judías y gentiles. A modo de ejemplo, recordemos este credo ordenado por Constantino:
"Renuncio a todas los costumbres, ritos, legalismos, pan sin levadura, y fiestas de corderos de los Hebreos, sacrificios, oraciones, aspiraciones, purificaciones, santificaciones, y propiciaciones, himnos y cánticos, observancias y Sinagogas, y las comidas y bebidas de los Hebreos. En una sola palabra, renuncio absolutamente a todo lo judío, toda ley, rito y costumbre... "
Stefano Assemani, Acta Sanctorum Martyrum Orientalium at Occidentalium, Vol. 1(Roma 1748), pág. 105.
Esta y otras evidencias nos confirman ese espíritu antisemita y antiToráh que se consolidó con el inicio del cristianismo de la Iglesia católica Romana, que es el enemigo más grande que tiene Israel desde el segundo siglo de la era común.
El espíritu antiSemita que tiene la Iglesia Católica Romana esta marcada en el cristianismo contemporáneo. Si el cristianismo de hoy regresará a vivir su fe cómo en el Primer Siglo tal como lo enseñó nuestro Mesías judío Yeshúa, ¿Cómo lo vivirían? ¿Qué harían y qué no harían?
Yo decidí vivir el cristianismo de PRIMERA, como en el primer siglo, como lo hicieron los primeros discípulos que siguieron al Mesías Yeshúa, como lo hicieron los apóstoles.
Tu puedes vivir un cristianismo de TERCERA (Tercer Siglo, del que maquilló Constantino) o un cristianismo de PRIMERA (como en el Primer Siglo, como lo enseñó Yeshúa el Mesías). Tu manera de vivir depende de la revelación que has tenido de las Escrituras (A.T.).
Paz y bendiciones.
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