Maldiciones heredadas




Curso: Rompiendo Maldiciones
Tema 6: Maldiciones heredadas
Área: Liberación

Las maldiciones se pueden heredar y pasar de una generación a otra. Los pecados de nuestros antepasados pueden tener un efecto destructivo sobre nosotros. Cuando el maligno y sus servidores sueltan una maldición sobre una familia, también incluyen a los descendientes.

No solo buscan destruir a la persona, sino a toda la genealogía. Se puede ver en familias donde diversas enfermedades mentales ó físicas pasan de una generación a otra. Es importante que observemos a nuestra familia, su genealogía, si hay algún problema en particular que los caracteriza.

¿Hay divorcios? ¿Incesto? ¿Pobreza? ¿Ira no controlada? ¿Incredulidad? Entre otras cosas. Necesitamos que Dios nos revele si existe alguna maldición en operación contra la familia. Para el Eterno es importante el concepto de la herencia y la familia. Deuteronomio 4:9-10

Debemos heredar a nuestros hijos la Palabra de Dios (Torah), a través de la repetición y hablarles.
Deuteronomio 6:6-7

La idolatría, que es adoración demoniaca; significa que aborrecen a YHWH. Aquí se suelta una maldición hasta la cuarta generación. Éxodo 20:5, 23. 

La idolatría desata calamidad y desastre. Jeremías 44:2-8, 22-23.

Dios nos da a escoger entre la bendición y la maldición para que vivamos nosotros y nuestra descendencia. Isaías 1:19-20; Deuteronomio 30:19 

¿Están dispuestos a obedecer? ¿Se niegan y se rebelan?

La falta de conocimiento de la historia familiar puede afectar seriamente nuestra vida. Las personas pueden caer y andar en los mismos pecados de sus antepasados, cosechando los mismos resultados y males.

Hay naciones enteras que están siendo destruidas por las iniquidades de sus antepasados. 
Levíticos 26:38-39. 

Hay personas que están pereciendo por las iniquidades de sus antepasados y aún no comprenden lo que está pasando. Debemos romper con éste terrible y fatal ciclo de maldición heredada.

Gracias a nuestro Padre Eterno por Yeshua el Mashiaj que nos provee los recursos para que seamos libres de todas las maldiciones. Levíticos 26:40-42. 

¿Nos enviará nuestro Elohim a la muerte eterna  por los pecados de nuestros padres y nuestros antepasados? ¡NO!

Pero la iniquidad de ellos y las maldiciones heredadas si pueden afectar nuestra vida, sufriendo los estragos de la maldición. Proverbios 5:22  – El pecado pone ataduras –

¿Qué debo hacer para romper esas ligaduras
de pecado que me une a mis antepasados?

El medio es a través de la CONFESIÓN DEL PECADO, y reconocerlo como tal. 
1 Juan 1:9. 

Rogar a Dios que nos desligue totalmente de los pecados de nuestros antepasados. Debemos renunciar a ese pecado y no practicarlo.

El Tanaj (AT) nos revela que cada vez que había Avivamiento en Israel, es porque confesaban sus pecados personales y las iniquidades de sus antepasados. En los tiempos de Nehemías, necesitaba el pueblo un avivamiento, pero primero debía ser quitada la maldición del juicio divino sobre la vida de ellos.

Vemos tres elementos para el avivamiento:
1) La Palabra de Dios (Torah) - Shema: Escucha y obedece.
2) Confesión de pecados personales.
3) Confesión de la iniquidad de los antepasados.
4) Adoración.

Cuando reconoces quién es tu Rey y te sometes bajo su autoridad para obedecer Sus mandamientos, entonces podrás darle todo el honor a través de la adoración. 

Dios conoce nuestro pecado, pero quiere que lo confesemos y nos arrepintamos para que la atadura de la maldición pueda ser rota, quebrantada. 
Salmos 32:3-5, 38:3-8, 18; Isaías 1:27.    
– El arrepentimiento trae redención –

Daniel comprendió el principio de la confesión, del arrepentimiento para lograr deshacerse de la maldición. Todo el capítulo 9 es una oración de arrepentimiento. Daniel 9:16-17. 

También Esdras conoce éstos principios y levanta una oración con el pueblo de Israel. 
Esdras 9:6-7, 10-12, 14; 10:10-11.

Un pecado sobresaliente en los tiempos de Esdras, era haberse casado con paganas, con costumbres abominables a Dios, pues era idolatría. 

1 Corintios 6:16-17
El matrimonio es una unión de espíritu y cuerpo. 

2 Corintios 7:1
Purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu.

Dios honró las oraciones de arrepentimiento y confesión de los pecados. Esto trajo avivamiento y prosperidad a la nación. 

Job 22:21-30
1) Prosperidad. 
2) Éxito. 
3) Restauración.


Nosotros no debemos ignorar estos principios para poder quebrantar las maldiciones heredadas.


@ErnestoARD


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