Honrando a YHWH con nuestro cuerpo
Hay un solo sacrificio aceptado para
redimirnos y limpiarnos del pecado, y es el que hizo en el madero nuestro Señor
Yahshua (Jesús), tomando nuestro lugar y morir por nosotros.
Ya no es necesario sacrificar un cordero
cada año para limpiarnos temporalmente del pecado, porque Yahshua como Sumo
Sacerdote de la orden de Melquisedec y como Cordero Santo, hizo un solo
sacrificio y para siempre.
Debemos ahora presentarnos como un
sacrificio vivo ante YHWH por medio de Yahshua, es decir, presentar nuestros
cuerpos en vida libres de toda contaminación de pecado para honrar a nuestro
Dios. Romanos 12:1
Hay muchas ideas con respecto a lo
sagrado y lo pagano relacionado con el cuerpo, porque hay dos perspectivas que
han luchado por los últimos 1900 años, la hebrea contra la greco-romana que
abandera al cristianismo contemporáneo.
Recordemos que una gran cantidad de
conversos que se unieron al movimiento del apóstol Pablo, provenían no de los ya conversos en las sinagogas,
aunque de origen gentil, sino de un transfondo completamente pagano, como él
mimo lo dice varias veces en sus cartas. Por ejemplo:
Algunos de estos conversos intentaron
mantener consigo ciertas prácticas paganas, e incluso, introducirlas en las
comunidades como parte de cultura idolátrica. Cuando esto sucedió en vida del
apóstol, fueron condenadas inmediatamente, como esta escrito: Gálatas 4:8-11
Como vemos, en Galacia, creyentes de
trasfondo pagano estaban induciendo practicas y costumbres que Pablo consideró
“débiles y pobres rudimentos”, es decir, vanidades mundanas, que nada tenían
que con la pureza y santidad de la fe recibida de sus hermanos judíos.
Mientras más crecía el movimiento hacia
los gentiles, más peligro de infiltración de prácticas y costumbres de
trasfondo mundano. Por ejemplo, Tertuliano, uno de los “Padres de la iglesia”
para comienzos del tercer siglo, testifica diciendo:
“Para nosotros los días del Shabat, la
luna nueva y las fiestas judías, nos resultan extrañas, aunque una vez fueron
aceptables a Dios; pero ahora, la saturnalia, las fiestas de Juno, la Brumalia
y la Matronalia, son frecuentes…”
Esto quiere decir que ya para el año 260
de la era actual, las fiestas bíblicas habían sido abandonadas por los
cristianos y en su lugar, otras fiestas,
de origen pagano, permearon su fe y cultura judeo-cristiana.
La iglesia, separada ahora de sus raíce
hebreas, plantado como un árbol, que nada tenía que ver con la figura de “ramas
injertadas en el buen olivo” que usaba Pablo, en sus días, para indicar la
importancia de que los creyentes de
origen no judío, se mantuvieran unidos a
Israel; buscaba retener a los paganos a como diera lugar, dentro de las
iglesias, a fin de poder tener mejor dominio político sobre ellas.
Recordemos que para entonces, el Santo
Imperio era dirigido por los papas. Por ejemplo, el papa Gregorio escribe al
misionero Agustín, enviado a las Islas Británicas para el siglo sexto, comienzo
del séptimo (597 e.c. o a.C.) y le ordena:
“No destruyas los templos de los
indígenas, conviértelos en iglesias cristianas. No les prohíbas las costumbres
paganas asociadas a sus viejas prácticas, conságralas apara el uso cristiano”
Esto vino a ser “la regla” de la iglesia,
es decir, hacer sentir en “casa” a los paganos mientras el santo imperio se
extendía. Esto es lo que explica por qué se retuvo dentro de la iglesia la
costumbre de la navidad el 25 de diciembre, así como muchas prácticas, no
porque sean prácticas sagradas, sino mundanas o paganas.
Por eso vemos hoy los resultados de esta
terrible influencia romana en nuestros días, al quitar las Fiestas de YHWH
(Levítico 23), Honrar a YHWH con nuestro cuerpo en la alimentación (Levítico11), celebrar el nacimiento de Tamuz el 25 de diciembre, diciendo la gran
mentira que es el nacimiento de Yahshua (Jesús); También decir que el domingo es el día
del Señor, eliminando así el cuarto mandamiento (Deuteronomio 5), entre otras mentiras que nos heredaron y el cristianismo contemporáneo abraza y no quiere dejar.
Si queremos honrar a YHWH con nuestro
cuerpo, debemos separarlo o apartarlo (santidad) de todo lo que sea impuro, con
respecto a los alimentos, fornicación, adulterio y de perversión sexual, porque
nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo.
Esto solo lo podemos hacer en vida, para
que sea un sacrificio vivo, porque los muertos no pueden honrar a YHWH con sus
cuerpos.
¿Quieres ser un sacrificio vivo para
YHWH?
¿Estas dispuesto a honrarlo con tu
cuerpo?
¿Estas dispuesto a separar tu cuerpo de
todo lo que sea impuro?
¿Pueden más tus tradiciones paganas que los Mandamientos de YHWH?
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HONRANDO A YHWH
CON NUESTRO CUERPO
Te sugiero que examines las Escrituras:
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@ErnestoARD
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