Obras vs Obediencia



OBRAS de la ley vs OBEDIENCIA a la ley

Por amor obedecemos.
Por muchos años ha existido una mala interpretación y traducción de las Escrituras, corrompiendo el verdadero mensaje y abriendo toda una gama de tendencias doctrinales que imperan hasta el día de hoy.

Los escritos más antiguos les fueron agregados una serie de comentarios por las personas que traducían los rollos y pergaminos, y ahora se les conoce como los escritos tardíos, pero estos aumentos o agregados reafirmaron la doctrina romana para alejar de la Toráh (pentateuco) a los creyentes en Yahshua (Jesús).

Es muy nombrado en la comunidad cristiana “Antiguo Testamento”, pero así lo hicieron los cristianos romanos, porque les convenía a sus intereses alejarnos de la Toráh. Yahshua (Jesús) le llamó “La Toráh y los profetas” y también todos los creyentes de los primeros tres siglos, porque no existía para ellos el famoso “Nuevo Testamento”, que para los cristianos contemporáneos (con influencia romana de Constantino) vino a sustituir al “Antiguo Testamento”.

La mal traducida palabra “LEY” es “Toráh”, que en hebreo significa: Instrucciones, Enseñanzas, Ordenanzas, Preceptos, pero en el griego con enfoque romano, famosos por sus leyes, le llamaron “ley”, y esto a formado un muro de ignorancia y extravío en los conceptos que YHWH tiene en Su Toráh.

Las OBRAS de la ley (Toráh) y la OBEDIENCIA de la ley (Toráh), hay una gran diferencia abismal, debemos comprenderlo para no extraviarnos y perdamos el rumbo.


OBRAS DE LA LEY (Toráh)
Significa vivir en la carne y así es imposible agradar a Dios. La carne no se somete a la Toráh, ni puede hacerlo. (Romanos 8:1-8)

Las obras de la ley busca la justificación por los méritos propios a través de las obras, pero ningún ser humano puede hacerlo.

Una persona que no obedece a Dios, no puede aspirar a recibir Su Espíritu, que es el sello de la redención y la garantía de la entrada al mundo por venir.


OBEDIENCIA A LA LEY (Toráh)
Significa vivir en el Espíritu por medio de la presencia de Dios que es derramada sobre los obedientes. (Hechos 5:31-32)

Porque somos justificados por la fe en Yahshua, obedecemos la Toráh.

¿Cómo podría una persona obedecer a Dios si quitas la Toráh (Ley)?

En la Toráh están las instrucciones que Dios ha demandado a las personas, ya sea judío o gentil. Eliminarla es desviar el objetivo de la redención por medio de Yahshua, y generar una esquizofrenia teológica que afecta totalmente su identidad espiritual, separados y apartados, excluidos y separados de la riqueza de la promesa de la herencia, porque han torcido las Escrituras (La Toráh y los profetas).

Recordemos que no somos salvos por las “Obras de la ley (Toráh)”, somos salvos por gracia, por la fe en Yahshua (Jesús), el Cordero Santo.

Obediencia de la Toráh (Ley)
“Yo no obedezco la Toráh para ser salvo, sino porque soy salvo la obedezco”

Todos los profetas hablaron de “arrepentimiento” de la idolatría que practicaba el pueblo, y que regresaran a YHWH, que regresaran a Su Toráh, y es el mismo mensaje de hoy en día, que la gente se pongan en paz con Él por medio de Yahshua y regresen a Su Toráh para obedecerla y disfrutarla.

Romanos 7:22-25
22 Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios (Toráh de YHWH); 23 pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. 24 ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? 25 ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!
En conclusión, con la mente yo mismo me someto a la ley de Dios (Toráh de YHWH), pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado.

Pablo nos hizo ver claramente que ya no estamos bajo la ley (del pecado) sino bajo la gracia, y es correcto, pero no se refería a la ley de Dios (Toráh) sino a la ley del pecado. Pablo se deleitaba en la ley de Dios (Toráh) y nosotros debemos hacer lo mismo!!

Como Pablo, debemos regresar a la Toráh para obedecerla y deleitarnos en ella todos los días.

Shalom


@ErnestoARD






Bibliografía
Si eres cristiano… Debes conocerlo
Autor: Maxmiliano Lucado Cordovero
Editorial: Raices



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