Violando derechos territoriales



Curso: Rompiendo Maldiciones
Tema 11: Violando derechos territoriales
Área: Liberación


Cuando hay guerra hay terrenos donde no debemos estar porque son del enemigo. Solo podemos hacerlo cuando el General nos ordena que vayamos como parte de la estrategia de avance y conquista, porque hay respaldo.

En lo espiritual es lo mismo, porque si nos metemos en terrenos donde el maligno tiene derecho legal, podemos acarrear maldiciones sobre nuestra vida.

No debemos enfrentar una guerra sin antes recibir instrucciones de Dios, ordenes específicas para conquistar. Números 14:39-45. Jesucristo hizo todo lo que el Padre le mando que hiciera. Juan 5:19.

Israel quiso enfrentar una batalla donde el Señor no les había ordenado pelear. Actuaron con presunción y el resultado fue la derrota. La arrogancia es la puerta para caer en la iniquidad. No debemos actuar sin el permiso de Dios.

Ejemplo: algunos objetos antiguos de la cultura egipcia están bajo maldición, como los del rey Tutankamón. Cualquier persona que abriera una tumba, que entrara a ella ó que viera los objetos que estaban ahí, quedaba bajo una maldición de muerte y destrucción. Esto alejo a los ladrones por muchos años, pero la gente se olvidó de estas maldiciones. Los exploradores que excavaron en la tumba, todos murieron antes de dos años después que terminaron la excavación.

Una persona cristiana fue a ver la exposición cuando llego a su ciudad, sin haber consultado a Dios. Ese año le llegó una enfermedad que se hizo crónica; terminaba una y empezaba otra. Oraba, ayunaba pero no había mejoría en ella. La maldición egipcia no logró su objetivo total, pues era cristiana, y sufrió enfermedades por trece años, pero no murió.

Cuando se enteró de los conjuros y la maldición que había en los objetos egipcios, pidió perdón a Dios por haber asistido a la exposición sin preguntarle, luego quebrantó la maldición con autoridad en Jesucristo y ordenó a los espíritus malignos asociados con la maldición que huyeran en el Nombre de Jesús y no regresaran jamás. La salud de esta mujer empezó a mejorar. Ahora raramente se enferma.

Visitar lugares esotéricos, espiritistas, entre otros, sin el permiso de Dios, el maligno tiene derecho legal de poner maldiciones sobre tu vida. Cuando lo hacen pensando que no les pasa nada y no consultan a Dios, eso se llama arrogancia.

Cualquier persona que penetre en un territorio demoniaco que no practique el ocultismo ni profese fidelidad a esos demonios, se coloca bajo el ataque directo y recibe una maldición de destrucción sobre su vida.

Los demonios consideran una ofensa directa que los cristianos violen su territorio, porque los odian, y tienen el derecho legal de poner maldiciones. Debemos tener mucho cuidado de no volvernos arrogantes por el abuso de autoridad o de tentar al Señor, al creer que no nos pasará nada por andar en los terrenos del maligno sin ser enviados por Dios. Debemos consultar a Dios y caminar delante de Él con humildad.


LIMPIEMOS NUESTRA CASA
Mientras haya ídolos habrá demonios y maldiciones destructivas. Gedeón antes de servir a Dios tuvo que limpiar su casa de la idolatría y luego edificar un altar para Dios. Jueces 6:25-26.

Destruir el altar de Baal hizo que el poder maligno que se movía en la casa de Gedeón quedara anulado. Después de esta destrucción, Gedeón tuvo poder para derrotar los enemigos de Israel.

Dios mando a Israel que destruyera todo ídolo que había en la tierra de Canaán para quebrantar el poder demoniaco y lograr la conquista. Deuteronomio 7:5-6, 16, 25-26.

Es importante que nuestros hijos no se casen con personas con trasfondo idólatra y que lo sigan practicando, porque los llevará a la adoración demoniaca junto con su descendencia. Deuteronomio 7:2-4. La idolatría ensucia la casa. Nosotros somos santos y también nuestra habitación lo debe ser.

De nada sirve que vayas a un templo budista, musulmán, entre otros, para que el poder demoniaco sea quebrantado. Mientras no se destruya el templo y sus ídolos, seguirán ejerciendo su poder y el derecho legal de maldecir a quien penetre sus territorios.

Debemos tener mucho discernimiento de los  lugares y actividades en las que participamos. No ignoremos las maquinaciones del diablo.


TIERRAS Y CASAS BAJO MALDICIÓN
Una persona a servicio del maligno puede poner una maldición en la tierra ó en una casa. También hay terrenos y casas que han sido dedicadas ó consagradas al servicio del maligno. Cualquier cristiano que llegue a vivir ahí, será atacado ó maldecido por demonios.

Hay inmuebles que están bajo maldición por los pecados de los anteriores inquilinos y ocupantes. Los demonios se posesionan de los inmuebles por los pecados de sus dueños o las personas que viven ahí. Significa que la persona que llegue a vivir ahí en esa casa, será molestada por los espíritus inmundos si la casa no se purifica.

En Veracruz viví en una casa que estaba bajo maldición y sucedían cosas muy raras. En una ocasión estaba acostado en la cama y clarito sentí que alguien se sentó a mi lado y no había nadie. Ore por la casa y la consagré a Dios y se acabo todo eso.

Han existido casas bajo maldición, que los inquilinos que han vivido ahí han terminado en divorcio. Se necesita orar específicamente para quebrantar la maldición para purificar la tierra ó la casa. Se necesita investigar para descubrir el origen de la maldición.

Las maldiciones se pueden reflejar en enfermedades, pesadillas horribles, situaciones raras. Las plagas ó la lepra en una casa era una señal para los hijos de Israel de que la casa era inmunda. Levíticos 14:33-45.

Finalmente las casas eran destruidas al igual que todos los altares y objetos utilizados en la adoración satánica.

Para comprar una casa ó terreno debemos orar a Dios, investigar los trasfondos de ser posible, pero sobre todo consagrar y ungir con aceite el lugar. Debemos quebrantar toda maldición y echar fuera los demonios y ungir con aceite toda la casa.

MALDICIONES RITUALES
La gente que practica el ocultismo, por lo general les gusta atacar a los cristianos. Todos sus conjuros los ejecutan los demonios. No debemos ignorarlas y debemos aprender a defendernos.

Hay figuras ó dibujos esotéricos que demuestran la actividad ocultista. A Ezequiel le tocó ver lo que Israel hacia al respecto. Éxodo 8:9-10. Los ocultistas les llaman a esas figuras “vigilantes”, son los reptiles que menciona Ezequiel.

Estas figuras pueden ser colocadas en objetos, animales ó dibujos. Los vigilantes son demonios asignados en un lugar específico para observar y luego comunicárselo al ocultista.

Los símbolos plasmados en las paredes, puertas, bardas, nos indican que hay actividad ocultista en la zona. La “A” que sale fuera del círculo es el símbolo usado para marcar el sitio de uno ó más sacrificios de sangre.

Hay ocultistas que ponen símbolos frente a la casa de alguna persona para destruirlo  a través de la maldición. Hay vigilantes que son puestos para traer muerte y destrucción en una persona ó en una familia.

Debemos velar o estar alertas en todo tiempo, porque el maligno busca oportunidades para ponernos maldición y ejercer destrucción y muerte. 1 Pedro 5:8.

¿Qué debemos hacer ante estas figuras ó vigilantes?
1.Ungir las figuras en el Nombre de Jesús.

2.Ordenar a los demonios en el Nombre de Jesús que huyan.

3.Borrar con pintura ó destruir el dibujo ó figura. NOTA: mientras no sean destruidas las figuras, los demonios tienen derecho legal de permanecer allí.

4.Es bueno ungir a cada miembro de la familia y quebrantar las maldiciones que hayan sido puestas sobre sus vidas.

MARCAR NUESTRO TERRITORIO
Los perros y otros animales, por lo general marcan su territorio con sus orines, porque tienen ciertas características que los hace diferentes a los demás animales de su especie.

Nosotros debemos marcar nuestro territorio con aceite después de orar, quebrantar maldiciones, de limpiar echando fuera demonios y al final consagrarlo a Dios.


Lo más poderoso es aplicar la Sangre de Cristo Jesús en nuestro territorio para marcarlo y entregárselo a Dios para que sea Rey y Señor de nuestra vida y de los bienes que nos ha entregado.


@ErnestoARD 


No hay comentarios:

Publicar un comentario