Curso: Las Maldiciones
Tema 3: Abriendo puertas
Área: Liberación
En
Canaán, la tierra prometida, sus habitantes eran adoradores de demonios y Dios
lo sabía. Les prohibió casarse o mezclarse en matrimonio con esa gente, porque
el peligro es que se alejaran de Dios y adoraran demonios. Los adoradores de
demonios reciben las consecuencias y daños de las maldiciones que se hacen
acreedores.
Yeshua Ha Mashiaj cumplió la Toráh y no la eliminó. Nos hizo libres del pecado de muerte bajo el Pacto renovado en Su sangre. Mateo
5:17-18.
Los
principios espirituales descritos en el Antiguo Pacto (Tanaj o A.T.) están vigentes. Hoy
el ocultismo y la adoración a los demonios nos rodean como a los Israelitas en
Canaán.
Dios
ordenó a los líderes de Israel que enseñaran al pueblo sobre lo bueno y lo
malo. Ezequiel 44:23. Lamentablemente los creyentes meten a sus hogares cosas
inmundas que abren las puertas a las maldiciones, trayendo destrucción por
varias generaciones.
Moisés
le enseñó al pueblo entre lo bueno y lo malo, entre la bendición y la
maldición. Deuteronomio 30:15, 19. La bendición ó la maldición en nuestra vida,
depende del conocimiento que tengamos de la Palabra de Dios y la obediencia.
La Torah de YHWH sólo hace tres cosas:
(1) Señala el pecado.
(2) Bendice.
(3) Maldice.
La Torah de YHWH sólo hace tres cosas:
(1) Señala el pecado.
(2) Bendice.
(3) Maldice.
I. CLASES DE
MALDICIONES
1. Maldiciones enviadas por
Dios.
La desobediencia a sus mandamientos trae maldición. Deuteronomio 28:15-68
La desobediencia a sus mandamientos trae maldición. Deuteronomio 28:15-68
2. Maldiciones enviadas por
Satanás o sus servidores, con derecho legal.
No debemos dar ocasión o lugar al Adversario, porque eso abre puertas o le damos oportunidad a que nos hagan daño.
No debemos dar ocasión o lugar al Adversario, porque eso abre puertas o le damos oportunidad a que nos hagan daño.
Las maldiciones se quebrantan después del
arrepentimiento por el pecado que abrió la puerta a la maldición. Se
rompe con facilidad en el Nombre de Jesús.
MALDICIONES
ENVIADAS POR DIOS:
Su
propósito es corregir (castigo) a la persona para que se aparte del mal camino,
se arrepienta y se aleje del pecado. Si la persona no responde al castigo, sino
que sigue necia en su pecado, entonces será destruida hasta llegar al castigo
final que es la muerte.
MALDICIONES
ENVIADAS POR SATANÁS:
Su
propósito es causar pérdida, destrucción y muerte.
II.
FACTORES QUE
INTERVIENEN
Las
maldiciones del maligno o Satanás y sus servidores están relacionados con
demonios. Cuando se coloca una maldición, los demonios son enviados a una
persona determinada o una familia, con un propósito específico.
Los
demonios enviados se encargan del cumplimiento de la maldición. Las maldiciones
por parte de Dios tienen aspectos diferentes. YHWH permite un daño ó
destrucción a través de catástrofes atmosféricas, enfermedades, falta de
fertilidad, colapso económico, entre otros.
En
ocasiones nuestro Elohim permite al Maligno el derecho legal de enviar demonios contra las
personas para dañarlas o destruirlas. También, Dios puede permitir que los
servidores del maligno lo conquisten y destruyan, como le paso a Israel cuando
un ejército invasor de otra nación venía y los conquistaba.
Shalom
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